top of page

La Maldición de Mursabad, Capítulo 3 - Región 20

Junto a la iglesia en llamas del Dragón Dorado se encuentra una figura oscura como una sombra. Lleva una armadura pesada de paladín y al quitarse el yelmo os observa con unos ojos llenos de fanatismo en el que se refleja el fuego de las hogueras. Su porte es el de un líder, poderoso, inquebrantable. Junto a él hay tres paladines más, con los yelmos puestos, que parecen aguardar órdenes. Aparece un cuarto, sin yelmo y visiblemente más joven que los demás. Este último dice: “Gran Maestre, no hay rastro de la nigromante y no paramos de perder compañeros. Sugiero abandonar la misión, pedir ayuda a la Real Orden Arcana…” El líder de los paladines gira su calva cabeza hacia el joven. Al hacerlo podeis apreciar unas extrañas venas negras que emergen de la base de su cuello: “Silencio, joven. No abandonaremos Mursabad hasta que no sea purgado por completo. Tagnar no tolera la muerte viviente, y si hemos de sacrificar a los nuestros para acabar con la maldición, que así sea. Y por supuesto no pienso pedir ayuda a esos brujos.” Al decir esta última palabra os mira con una sonrisa sanguinaria. El joven paladín replica: “Maestre Sigred, no participaré en esta masacre. Pienso dar parte de esto al Sumo Pontífice.” El joven se marcha, y el Maestre Sigred no para de miraros amenazante: “Ya me ocuparé de Nathaniel más tarde. Ahora toca acabar con estos hechiceros, sin duda culpables de todo mal en esta tierra.”

baldosas capitulo 3 pueblo en llamas MAR

Sigred en el punto verde. 3 Paladines en los puntos rojos. 4 Plañideros aparecen por sorpresa en las casillas justo a la espalda de los personajes jugadores (obtienen ventaja y furtivo en el primer asalto). Se inicia un combate. Debido a su fanatismo es completamente imposible razonar con Sigred o sus subalternos.

 

Este es el Encuentro Final de la aventura. Tanto si los personajes logran la victoria como si mueren aquí, se debe leer la región 27.

Seguir explorando:

bottom of page