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La Maldición de Mursabad, Capítulo 2 - Región 35
El cuerpo de este goblin está totalmente desfigurado. Anormalmente delgado, hasta el punto que se le marcan todos los huesos, aunque estos parecen haber mutado, creando protuberancias en codos y rodillas como si fueran pinchos. Los dedos se han vuelto muy largos y terminados en garras. Cuando os acercáis un poco más el goblin abre los ojos, que han dejado su característico color amarillo para ser rojos como la sangre. Con una fuerza sobrenatural rompe los grilletes y se pone de pie frente a vosotros de un salto. Los huesos de su columna también sobresalen picudos en su jorobada espalda y su boca llena de colmillos afilados se abre hasta lo imposible, babeante, ansiosa…

Coloca en la marca roja 1 Necrófago. Se inicia un combate.
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