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La Maldición de Mursabad, Capítulo 2 - Región 41

Así es como se muestra la inscripción:

No rezaré a la vieja fe, pues tanto el padre como la madre nos han olvidado.

No rezaré a los oscuros dioses de más allá del Mar Sin Sol, pues su vileza me repugna.

Aunque me ahoguen mil tormentas, viajaré donde está prohibido, pues mi único dios soy yo.

Al traducir del primigenio al mercante se lee:

No rezaré a la vieja fe, pues tanto el padre como la madre nos han olvidado.

No rezaré a los oscuros dioses de más allá del Mar Sin Sol, pues su vileza me repugna.

Aunque me ahoguen mil tormentas, viajaré donde está prohibido, pues mi único dios soy yo.

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